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Por Lesley Alderman

Poseemos la comunicación íntima con nuestros celulares. Dormimos con ellos, comemos con ellos y no ha transpirado los portamos en nuestros bolsillos. Las revisamos, en promedio, 47 veces al día… no obstante si posees entre 18 y no ha transpirado 24 años de vida la cuantí­a asciende a 82 veces, según datos recientes.

AsГ­В­ como las amamos por excelentes razones nos dicen el ambiente, la hora del aniversario y cuГЎntos pasos hemos hexaedro. Nos logran citas (y sexo), nos entretienen con mГєsica asГ­В­ como nos conectan con amigos y familiares. Dan respuesta a las preguntas, tambiГ©n sobre mitigar la soledad y la angustia. (posiblemente estГ©s leyendo esto en tu celular).

Aunque el apego a los celulares es excesivo, tanto asГ­ que es concebible que interfiera con el apego humano, aquella intimidad tradicional y no ha transpirado rostro a rostro con aquel a quien llamas pareja, esposo, amante o sujeto especial.

El enfrentamiento entre el amor al celular y el apego persona serí­a tan habitual que posee su mismo vocabulario. En inglés, la expresión phubbing se utiliza cuando estás ignorando a tu pareja por motivo de que prefieres utilizar tu celular; resulta una combinación de estas palabras para teléfono y no ha transpirado Con El Fin De ignorar o ningunear. En caso de que estás ignorando a la sujeto empleando cualquier prototipo de ciencia, se llama tecnoferencia. La canción popular sobre Lost Kings pregunta “¿Por qué nunca sueltas ese malvado celular?”.

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